viernes, 6 de noviembre de 2009

Digresiones de viernes por la tarde


Divagando sobre la idea de los griegos, su mitología y su drama me surge al mismo tiempo una sensación de desolación con tanta tragedia antigua y nueva y una lástima enorme por los héroes modernos, a los pobres les toca muy difícil, luchando contra los clichés y la falta de asombro de un público que ya perdió la inocencia.
El claro ejemplo de la desolación de la tragedia griega es la historia de Andrómaca quien personifica la dignidad de reina derrotada y viuda infligiéndole el mayor dolor a su opresor: el desamor y la indiferencia. Así que al pobre Pirro, el villano/victima de esta historia, enamorado de quien no tocaba, su tesoro de guerra, solo le queda la muerte como única salida a todo el entuerto de celos e intrigas a su alrededor. Claro que esa muerte tampoco es gratis, sus malas decisiones y su torpeza política le pasan la factura, aunque hay que decir que el enamoramiento por Andrómaca contribuyo a todo ese desastre. Y que me dicen de Medea y Jason el pusilánime, ella mandándose sola y llegando siempre a los extremos en sus sentimientos, engañando con magia a su padre para complacer a su amor y también asesinando a sus propios hijos para lastimarlo de manera definitiva después de su traición. Medea queda desolada pero triunfante cuando al final lanza su última maldición a Jason quien muere aplastado por su propio barco, su posesión más valiosa, su obsesión.
El mito griego plagado de violencia pero también de lecciones, todo tiene consecuencia, todas las decisiones llevan irrevocablemente una condena o en el caso de Andrómaca, una victoria pírrica, valga la ironía.

Pero y los héroes modernos? Las tragedias actuales ya no son ficticias, ni mitológicas, tampoco son románticas y heroicas. El mundo actual ya no es tan blanco y negro así que al héroe moderno le toca buscar espacios de credibilidad. Y el tirano? Quien representa al villano hoy en día? Podíamos decir que los regímenes opresores pero estos también relativizan su maldad, es decir que se camuflan, ganan y compra adeptos, defensores y hasta ideologías altruistas que se amoldan al discurso y obviamente al los caprichos del tirano. Al final de esta historia moderna el villano tendería a ganar ya que manipula la información y convierte todo en una guerra de opiniones en lugar de una guerra de principios dejando al héroe moderno aislado, sin credibilidad y para colmo de males sin super poderes.
Concluyendo con las digresiones, en el tema de finales de tragedias y lecciones mitológicas los griegos antiguos la tenían más fácil, el mundo era nuevo, los dramas de la naturaleza humana también y todos le temían al destino que representaba esa ley de la causalidad inexorable donde toda acción indebida termina pasando la factura.